Este tramo corto, pero exigente, cruza dos interesantes barrancos de la Sierra Nevada almeriense, el del Riachuelo de frondosa vegetación entre su cauce de pretiles rocosos, y el del Río Paterna, un profundo barranco donde en sus vertientes se aprecian vestigios de la actividad agrícola de los habitantes de la sierra, como son los bancales, eras, cortijos ruinosos, acequias, etc. Un paisaje humanizado de gran valor etnológico que ha sido recientemente abandonado, ocasionando una sangría demográfica comparable a la acaecida con la expulsión de los moriscos a finales del siglo XVI. Las fuertes pendientes que hay que salvar para llegar a los Cerecillos nos servirán sin embargo para tomárnoslo con calma y poder apreciar así las maravillosas vistas de la comarca alpujarreña con el fondo del litoral mediterráneo.

Comentarios