“El nuevo descensor Oka está especialmente concebido para barranquismo, diseñado no sólo para progresar o descender por cuerda, sino también para su uso en situaciones de emergencia, muy difíciles de gestionar con otros aparatos.
Su uso es rápido, seguro y efectivo en cada momento.
El confort de su operativa, la modularidad de su progresión en cuerdas de diferentes diámetros y las múltiples posiciones de frenada son características, conseguidas a través del desarrollo en conjunto de técnicos de rescate.”
Estas son las palabras de la marca sobre un descensor que, sin ser revolucionario, permite realizar maniobras especiales, principalmente en situaciones de urgencia, impracticables con otros aparatos.
Cedemos uno de los primeros descensores para barrancos Oka de Kong que llegan a Teresa Royo, miembro del Adidas Canyoning Team, que ha barranqueado por todo el mundo, y a Lara Giménez, experta barranquista, miembro del Comité de Barrancos de la Federación Aragonesa, y que ha barranqueado por los principales macizos europeos, para que lo prueben sobre el terreno.
Ésta es su experiencia y sus conclusiones:
“A primera vista, el Oka se asemeja al Piraña de Petzl pero con una notable diferencia que nos llama enseguida la atención: un orificio lateral (anillo para maniobras especiales en la terminología empleada por KONG) que, según la marca, permite maniobras extras de rescate y aseguramiento. Comparándolos, aunque el Oka es algo más voluminoso que el Piraña, ambos pesan prácticamente lo mismo. Esto es debido a que el Oka es ligeramente más delgado.
Uso con mosquetones adecuados.
Al igual que ocurre con el Piraña, el diseño del Oka hace que sea aconsejable un mosquetón de sección igual que el orificio de conexión, en este caso entre 11 y 12 milímetros para permitir una rigidez mayor del conjunto que evite la pérdida accidental del descensor, además de anular la posibilidad de la formación del nudo de alondra al tener que pasar obligatoriamente la cuerda por el mosquetón de unión con el arnés y el riesgo de palanca en el gatillo del mosquetón por mal posicionamiento.
Para ello, el Oka viene con un bloqueador de plástico en el orificio de enganche, que hace que quede perfectamente ajustado si se usa con el mosquetón adecuado; este mosquetón ha de ser de sección circular o semicircular y con un diámetro mayor de 11 milímetros y menor de 12. Esto es una gran ventaja por la solidez del conjunto, pero tiene un problema: si forzamos la entrada, es posible que el plástico se desplace de su ubicación y queda ligeramente deformado. Es lo que nos ocurrió la jornada en la que recibimos el aparato para testear introduciendo un mosquetón de 12 milímetros de sección; la primera sensación fue negativa, pero es cierto que no afectó a su correcto funcionamiento.
Quizás con un plástico más rígido ese problema se evitaría. Por otra parte, últimamente se observa la tendencia de las marcas a suministrar sus aseguradores o descensores en un pack con el mosquetón más apropiado para su uso, lo cual no sería mala idea para este aparato.
Ese bloqueador, al ser una pieza de plástico no tan resistente como el metal y ser además clave para el correcto funcionamiento, viene con repuestos por si (como fue nuestro caso) lo dañamos o por si se pudiera perder el original. Tanto la instalación como la posibilidad de quitarlo del aparato se realiza fácilmente girando un cuarto de vuelta el bloqueador.
El Oka podría usarse sin bloqueador, pero al quitar la pieza quedan a vista dos pequeñas rebabas metálicas que sirven para evitar su movimiento involuntario y pensamos que, a la larga, si se emplea sin la pieza, se incrementará el desgaste de las partes metálicas que chocaran sin la debida protección de este bloqueador…
EN USO
Rápel con cuerda doble
Una de las principales ventajas del Oka sobre otros descensores de barrancos está en el rápel con cuerda doble. Tanto el Piraña de Petzl como el ATS de Sterling están diseñados para cuerda simple, y si bien pueden usarse en doble, son muy tediosos especialmente con cuerdas más gruesas de 10mm o para personas de bajo peso, debido a que el excesivo roce prácticamente nos frena. Con el Hydrobot se ha dado algún caso de sustos al correr demasiado cuando se utiliza con cuerdas de diferente diámetro.
La ventaja del Oka, como decíamos, es que el orificio por donde pasa la cuerda es algo mayor que en sus competidores. Esto se traduce en que el roce las cuerdas al rapelar en doble es menor, lo cual mejora sustancialmente a los otros dispositivos, sobre todo teniendo en cuenta las amplias posibilidades de elegir la capacidad de frenado.
En la práctica, esta diferencia es especialmente significativa en rápeles volados con cuerda de 10mm. En rápeles arrampados y largos la diferencia es menor: roza menos, es menos tedioso, pero el roce sigue siendo excesivo a todas luces. Con cuerdas de menor diámetro, rapela bastante bien. El fabricante indica que el rango de utilización está 7.8mm y 12.7mm, indicando varias posiciones de frenado según utilicemos diámetros de cuerdas entre 7.8 y 10mm o entre 10 y 12.7mm. En todo caso queremos insistir en las diferentes capacidades de frenado que observaremos según utilicemos cuerdas nuevas o viejas, secas o mojadas, peso del barranquista, verticalidad del rápel, cantidad de cuerda libre bajo nosotros…
Maniobras de bloqueo
El Oka ofrece distintas posiciones de frenado para regular la velocidad de descenso tanto en doble como en simple, así como las respectivas maniobras de bloqueo del descensor. Con respecto a la maniobra de bloqueo durante rápel en simple, pasando un bucle de la cuerda por el agujero lateral, y mosquetoneando ese bucle, hay algo de división de opiniones entre los que lo hemos probado ya que a algunos les gusta más y a otros menos. Es cierto que, sobre todo en rápeles volados o verticales, no resulta muy cómodo ni sencillo al principio, aunque quizás sea una cuestión de práctica. En rápeles en los que no estamos en suspensión es sin duda mucho más fácil.
En cualquier caso, no hay ningún problema en usar un nudo fugado como siempre se ha hecho, para aquellos a los que esta maniobra no les acabe de convencer.
Frenado
El Oka, como la mayoría de descensores, ofrece distintas posiciones de frenado, para regular la velocidad de descenso tanto en doble como en simple. Cada una de estas posiciones tiene sus respectivas maniobras de bloqueo. Lo hemos probado con cuerdas de 9mm y 10mm, y funcionan bien los frenados, de forma no muy diferente a otros modelos similares. No hay notable mejora con respecto a ellos, pero tampoco empeoramiento: cumplen perfectamente con su función. Como siempre, la experiencia en el uso y saber adaptar la técnica adecuada a la situación en la que nos encontremos es lo que nos permitirá realizar la maniobra del modo más acertado.
Maniobras de descuelgue
El Oka también permite realizar maniobras de descuelgue y nos ha parecido que se realiza muy cómodamente. . No obstante, hay que decir que nos ha dado la impresión de que cuesta más volver a bloquear con carga en la cuerda que con un ocho tradicional.
Anillo para maniobras especiales, gran diferencia de diseño
El agujero lateral del Oka es una de las características de diseño que lo diferencian de cualquier descensor específico para barrancos. Está concebido para maniobras como el rápel alargable y el bloqueo unidireccional.
La maniobra de rápel alargable propuesta por el fabricante es sencilla de realizar: se bloquea y desbloquea de manera cómoda y simple, algo mejor que la misma maniobra con el ocho tradicional. El único inconveniente es que esta maniobra, una vez que se ha regulado la medida exacta del rápel, no sirve para el último del grupo pues no es recuperable desde abajo ya que debe mosquetonearse el Oka a la reunión.
Al igual que sucede con el Piraña, el hecho de llevar el mosquetón formando un conjunto rígido con el descensor, añade un pequeño inconveniente si queremos realizar un rápel alargable con el Oka empotrado en la reunión.
La maniobra de bloqueo unidireccional la probamos en dos situaciones: remonte de cuerda y aseguramiento a un segundo.
En cuanto al remonte de cuerda lo probamos con cuerda de 10 mm, un sujeto de menos de 60 kilos y un mosquetón de sección redonda para el bloqueo; esta maniobra es la que menos nos ha convencido. Tal vez con un mosquetón de sección menos circular la cuerda bloqueara mejor, pero lo cierto es que, aunque mínimamente, el deslizamiento se producía.
Aseguramiento a un segundo.
Por lo que hace al aseguramiento a un segundo, el funcionamiento es el mismo que el de una placa autobloqueante de las usadas en escalada (como la Gigi). Esta situación puede darse en el caso de tener que realizar un escape forzoso, delicado y expuesto en el que un primero tenga que asegurar el paso a otro/s miembros del grupo. Lo probamos con una cuerda de 9 y 10mm algo usadas, y la maniobra resultó costosa de realizar no terminaba de deslizar tan bien como con los aparatos a los que estamos acostumbrados en escalada.
Entendemos que ambas maniobras, remonte de cuerda y aseguramiento a un segundo, son realizadas únicamente en situaciones de emergencia y que, evidentemente, existen aparatos específicos para resolver satisfactoriamente tales situaciones. No obstante, es innegable la utilidad de que exista un descensor que permita además realizar estas dos técnicas, aunque lo cierto es que el Oka no es la panacea (ni lo pretende ser, damos por hecho) en estas dos maniobras tan concretas de autorrescate y escape imprevisto. Lógicamente, si no fuera por la rigidez de las cuerdas semiestáticas, la facilidad en el remonte por cuerda y el aseguramiento a un segundo que asciende, sería muchísimo mayor.
Nueva normativa EN 15151 UIAA
Adicionalmente puede señalarse que observamos que el descensor ya está marcado con la nueva normativa EN 15151 UIAA 129, lo que garantiza da un plus de seguridad a este sistema de frenado. Dicha normativa, de reciente aparición (2013) y aplicable a dispositivos de frenado (descensores y aseguradores), establece las resistencias mínimas de los aparatos, así como criterios de diseño que hacen que, hoy por hoy, el Oka sea el único aparato específico para descenso de barrancos que conozcamos que supera estas exigencias. Sorprendentemente, las pruebas para la EN 15151 se realizan con cuerdas dinámicas, lo que nos hace preguntarnos si todos los resultados son extrapolables al descenso de barrancos.
Conclusión
Hemos encontrado muy interesante este nuevo descensor para barrancos. No es una gran revolución, pero sí que tiene grandes ventajas con respecto a lo que ya existía en el mercado, principalmente el Piraña y el Hydrobot.
¿Conseguirá desbancar al ocho tradicional, el sistema más usado y versátil entre los barranquistas? Es muy posible que no, como tampoco el Hydrobot o el Piraña lo hicieron en su momento, pero sí que es verdad que para algunos barranquistas expertos, y sobre todo, en algunas ocasiones imprevistas o barrancos que exijan técnicas más complejas sus prestaciones serán muy bienvenidas.
Tanto para ser utilizado como descensor principal en las maniobras de rápel o como aparato adicional en las maniobras avanzadas (o en caso de pérdida del principal), hemos encontrado el Oka como un dispositivo sumamente interesante para gente experta y que quiera un descensor verdaderamente polivalente y con posibilidades adicionales que hasta ahora no se podían encontrar en el mercado. Quizás el barranquista novel no aprecie las ventajas del Oka o no quiera gastarse más del doble de lo que cuesta un ocho en este aparato, pero lo cierto es que para el barranquista experto no sobra nada de lo que ofrece el Oka.
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