Esta etapa comienza en el Abrigo de la Solana de los Tejos y continúa por la pista perimetral del Marquesado en dirección este, al amparo de cimas tan emblemáticas como el Chullo, Almirez, Buitre y La Polarda. A medida que se avanza, el clima es más seco y cálido por lo que irá cambiando el paisaje hasta llegar al final de la etapa, en el Collado del Espino.
Es una etapa difícil, tanto por la distancia como por las continuas subidas y bajadas entre pinares, encinares y retamales.
Se pasa cerca de algunos de los rincones más desconocidos del Parque Nacional de Sierra Nevada que aún conservan una elevada diversidad biológica.
Durante el trayecto se podrá observar como las antiguas zonas de cultivo, ruinas de cortijos, eras, acequias, balsas y apriscos han quedado como referentes de la profunda vinculación que tenían los pueblos con la montaña. Ahora, forman parte del rico patrimonio cultural de la Sierra.