Escalar los montes, someterse al juguetón tobogán de las dehesas, para ser recibidos por el valle del Genil y las torres de la Loja vieja. Desde los Llanos de Antequera, por el Camino de la Vega, tenemos siempre a la vista la “romántica Peña de los Enamorados. Tras cruzar el Río Guadalhorce, nos adentramos en las “olivadas” lomas de Cartaojal, rodeando la Peña. Cruzada la vega de Archidona, subimos a la ciudad y a las estribaciones de su Sierra. El bosque mediterráneo característico de la comarca granadina de Los Montes nos acompaña en las onduladas lomas que nos llevan hasta Loja: Llave de Granada y umbral de su Vega.