Este tramo del Sulayr recorre la Alpujarra granadina y la almeriense desde las sierras de Válor y Laroles hasta la de Bayárcal. Atraviesa numerosos arroyos de alta montaña y acequias que llenan de verdor las áridas lomas meridionales. A media montaña discurre, sobre los pueblos blancos y los cultivos, bajo las cumbres señeras del San Juan y el Chullo. También en este tramo atravesamos caminos sculares que unían las dos vertientes de Sierra Nevada a través de los Puertos del Lobo y de la Ragua. Este territorio agreste fue escenario de encarnizadas luchas entre moriscos y cristianos que aún hoy rememoran las fiestas de los pueblos. De ambas culturas queda huella impresa en el paisaje: cortijos, acequias, labores, eras…, y la fauna que ha logrado adaptarse a esta intensa presencia humana: zorro, cabra montés, jabalí, águila real, perdiz, etc. El itinerario transcurre entre el denso pinar de repoblación y el valioso encinar autóctono, piornal en los claros del bosque y arbustos espinosos que llenan de color con sus flores y frutos las laderas de la sierra (majuelos, endrinos, agracejos, rosales silvestres…). Esta diveresidad de flora y fauna (un tercio de la flora peninsular está presente en Sierra Nevada), se completa con los ecosistemas de ribera en los diferentes arroyos que cruzamos, donde el sauce, la mimbre, el álamo…, son los protagonistas de estos hábitats.

Comentarios