Estamos en el espolón oriental de Sierra Nevada, donde el inmenso horizonte se abre al levante marino, donde la sierra comienza a elevarse por encima de las montañas circundantes (Sierras de Filabres, Alhamilla, Gádor, etc) y adquiere su aspecto más agreste. Después de recorrer más de un centenar de kilómetros por la cara sur de Sierra Nevada, el Sendero Sulayr vuelca a la vertiente norte de la sierra siguiendo su trazado circular. En este tramo descendente destaca el paso por la Loma de la Atalayuela, donde encontramos un valioso encinar adehesado con unas maravillosas vistas de la costa almeriense. Durante el trayecto encontramos restos de antiguos cortijos y labores, donde no hace mucho habitaban agricultores y ganaderos de los pueblos de Ohanes, Abla y Abrucena. El abandono de cultivos y pastos, y la intensa repoblación de pinar serán la tónica general en los siguientes tramos del Sulayr.

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